22 de octubre 2013.- La Marina de Santa Marta es el punto de llegada de la regata Gran Prix del Atlántico 2014. Cuando los regatistas atraviesen el canal de Martinica, -puerta de paso obligatorio de los participantes señalizado por el Comité de Regata para entrar en el interior del mar Caribe-, tendrán que dirigirse hacia el islote del Morro de Santa Marta (donde hay un faro), para superarlo por babor y entrar en la línea de llegada de la regata, que estará diseñada entre la boya de señalización portuaria y la bocana de la Marina.
El puerto deportivo de la Marina de Santa Marta [www.marinasantamarta.com.co] es uno de los puertos turísticos más importantes de Colombia. Puerta de acceso al Caribe colombiano, cuenta con todos los servicios para la acogida de yates. Está ubicada en el mismo centro de la ciudad, cerca de las maravillosas playas de la región (Playa Blanca, Chengue, Cabo San Juan de Guía, Bahía Concha, Siete Olas, Playa Cinto, Bello Horizonte, Palomino, Cairaca) y es el acceso a uno de los parajes más bellos del Caribe, colindante con el parque natural de Tayrona, reserva de la biosfera, una selva tropical donde se encuentra la famosa Ciudad Perdida, la costa de los indios Taganga, o la Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña más alta del mundo que se precipita sobre el mar, con más de 5.000 metros de altura, que cuenta con nieves perpetuas durante todo el año, en pleno trópico. Esta característica hizo que los primeros exploradores españoles que navegaron por el interior del Caribe se acercaran a estas costas al divisar esta magnífica ‘sierra nevada’ y fundaran el enclavamiento de Santa Marta en el año 1525.
Llegar a Santa Marta para los regatistas del Gran Prix del Atlántico, la regata trasatlántica española amateur, abierta a todo tipo de embarcaciones, es un auténtico lujo. A parte de ser la ciudad más antigua del continente americano, con toda su historia y bienes culturales, con incomparables playas y arrecifes, Santa Marta es una población abierta con un inconfundible sabor colombiano y caribeño, será el punto de descanso idóneo para la primera escala de las tripulaciones del Gran Prix, después de su periplo de navegación por el océano.
