Océano Atlántico, 28 de enero, 2020.-El ritmo lento dela navegación de los componentes del Ocean Raid – Gran Prix del Atlántico está poniendo a prueba la paciencia a las tripulaciones. A parte del desespero por la poca velocidad que toman sus veleros, -incluso se promedian velocidades de 3 a 6 nudos, una autentica calma en medio del Atlántico-ahora se suma la alarma de que encomienza a escasear el agua para suministro de la flota.En esta situación parece se encuentra el velero H43 Habana, que ha empezado a dosificar su racionamiento líquido, cuando aún le falta por recorrer 960 millas antes de alcanzar la meta en du Marin (Martinina).En una situación con viento establecido normal, esto no parecería un problema, pero la insistencia de la encalmada, hace que la preocupación aflore entre los tripulantes. Esta situación también está afectando a la sostenibilidad de las baterías. Esto sumado a la tensión en probar todo tipo de maniobra, para aprovechar al máximo la escasa calidad del viento, hace que las tripulaciones estén exhaustas.
En la misma situación de calma se encuentra también el encabezado del raid, el Islay Dos, que navega muy lentamente a unas 415 millas frente Martinica. El grueso de la flota, separados entre sí por un diámetro 350 millas, en un pozo sin viento, los primeros , entre ellos el CMR, se encuentra a 930 millas de la llegada. En la cola de este grueso se encuentra el Itaca VII, que ha reportado que ha sufrido algunos daños sin importancia durante este lento trayecto, sobre todo rozaduras en la cabullería. No parece que las condiciones eólicas cambien mucho estos próximos días. A este ritmo es posible que el viernes alcance la Marina du Marin el Islay Dos.