Port Garraf (Sitges), 23 de junio, 2014.- La tripulación del Kairós ha cubierto el periplo de retorno del Caribe, tras su participación en el Gran Prix del Atlántico. La llegada a su puerto base desbordó la emoción a los integrantes de esta aventura náutica, así como a sus amigos y colegas del Club Naùtic Garraf, que les felicitaron por el excelente viaje y la entrañable navegación que han protagonizado y que formarán parte de los navegantes trasatlánticos de este club barcelonés del macizo de Garraf.
La llegada ‘a casa’ ha sido muy emotiva. Fue a medio día de ayer, tras un fatigosa navegación , en gran parte cubierta a motor, debido la calma chicha que encontraron durante el trayecto entre la Nao y Garraf. ‘Se nota que estamos de nuevo en nuestro Mediterráneo’, y en pleno solsticio. Es decir ‘sol y moscas’, calor y poco viento.
Con la finalización de este largo periplo, Agustín Gutiérrez, Helena Sanz, Carmen Gutiérrez y Alberto García, han conseguido el objetivo que se propusieron cuando salieron el 19 de diciembre del pasado año de este mismo puerto, a bordo del Kairós con destino el Caribe colombiano: participar en una regata oceánica, el Gran Prix del Atlántico, y realizar el viaje de retorno ‘a casa’, visitando nuevos mares, haciendo nuevos amigos, conocer los lugares más emblemáticos del Atlántico tropical, como las Canarias, el Caribe colombiano, Jamaica, Cuba, Bermudas, Azores y la entrada de nuevo al estrecho Gibraltar, la puerta atlántica del Mediterráneo. Pero sobre todo, el gran objetivo de la gente del Kairós, ha sido el navegar ampliamente, en mar abierto, durante singladuras enteras, por el Gran Oceáno.
‘Hemos disfrutado mucho en esta larga navegación. Todos, tanto la tripulación como el propio barco, ya que nos hemos comunicado perfectamente con el barco –nos comentaban cuando les preguntamos que les ha aportado esta experiencia oceánica-. Hemos sentido tanto al ‘Kairos’, que casi hablábamos con él. Y creemos que él también nos ha sentido a nosotros y ha disfrutado con ello, al navegar sin obstáculos, solo al compás del mar y el viento. Ha sido una experiencia única. Hemos corrido más de 10.000 millas, llenas de emociones y de experiencias gratificantes. Hemos participado en el Gran Prix del Atlántico, hemos quedado segundos clasificados en la regata, hemos conocido gentes, lugares, todos ellos interesantes. Hemos amarrado en 11 puertos, todos distintos y singulares, de 8 países distintos’ ¡Qué más se puede pedir!
Sobre aspectos náuticos de la gran travesía nos aseguran que ha sido también fabulosa, única, sin problemas irremediables, ‘con momentos complicados en alguno u otro sentido, sobre todo en el trayecto desde la Bermuda a Azores, pero donde han predominados los buenos, como han sido el conocer y adaptarse a los climas cambiantes, a los vientos, al mar, siempre distinto, pero siendo el mismo mar en todo el trayecto, que nos ha acompañado siempre y se ha hecho querer y respetar.’
Nos recuerdan el contraste de situaciones vividas a lo largo del viaje, cómo el ‘saber realmente lo que es el cansancio, el límite del agotamiento y disfrutar, pocos días después, con momentos de máxima euforia, cuando ves que todo marcha bien, en definitiva, algo irrepetible…, ya que los malos momentos, si es que hemos de calificarlos como malos a estos momentos más complicados, son tan fácil de olvidar, que casi, ahora ya no nos acordamos de ellos. Nos quedamos con los buenos que han sido todos…, incluso los que podíamos llamar de malos, en el fondo no eran tan malos.’
Felicidades y enhorabuena, Kairós, por haber cumplido vuestro proyecto, un objetivo largamente preparado.