18 de noviembre 2013.- Es uno de los clásicos procedentes de las antípodas. De estilo inconfundible, el Buccaneer, velero que fuera del carismático armador neozelandés Tom Clark, -un impulsor destacado de la vela en Nueva Zelanda de las décadas de los 60 y 70-, navegará el Gran Prix del Atlántico 2014. Sus actuales armadores van a cubrir la trasatlántica española. Navegar en él es todo un privilegio.
El Buccaneer se ha convertido en un habitual en las salidas de navegación de altura de nuestro país. Con base actual en Valencia, este clásico, reconstruido y totalmente renovado en el año 2010 por sus actuales propietarios, Buccaneer Project, hizo historia en las regatas del circuito austral (Nueva Zelanda y Australia). Ahora tiene un nuevo reto, realizar el círculo del Atlántico. Navegará con los Alisios con el Gran Prix, saliendo de Marina Rubicón para alcanzar el Caribe colombiano, y volverá de nuevo al Mediterráneo a través de la Corriente del Golfo, por las Azores y Gibraltar.
El Buccaneer fue diseñado en el año 1969 y recién botado, en 1970, participó en la emblemática Sydney-Hobart Race, siendo el vencedor de aquella 28 edición.
El velero se concibió en el estudio de diseño de John Spencer, notable arquitecto naval neozelandés, de cuyo taller salieron varios veleros que corrieron la conocida regata a Tasmania o las populares TransPac (la regata Los Angeles- Honolulú) de los años 60 y 70. En el año 1969 diseñó este 75 pies, el Buccaneer, un velero, especialmente concebido para ganar la Sydney-Hobart, tal como se lo pidió Tom Clark. Y lo logró. Con un envidiable palmarés, el Buccaneer siempre fue el barco a batir en los años en que este velero estuvo en las regatas del mar austral.
Preparado para la gran navegación oceánica tiene una eslora de 23 m., una manga: 5,75 m., un calado: 3,50 m., construido en madera laminada con resina de epoxi y cubierta de teka y con una habitabilidad para 12 personas. Amplio y cómodo, conserva una elegancia especial. Todo un clásico.