Marina de Santa Marta (Colombia), 29 de enero 2014.- Las embarcaciones Colomba IV del solitario Francisco Vaño y Kairos, de Agustín Gutierrez, han retomado la marcha de la regata, hacia Colombia. Después de subsanar las averías ocasionadas por el trayecto oceánico en la isla de Santa Lucia, prosiguen su navegación rumbo Santa Marta.
‘En mi caso, y por lo que he visto el de todos los participantes, han sido unas escalas de parada necesaria, – nos comentaba Francisco Vaño al partir de Santa Lucia- ha sido bastante duro el cruce, sobre todo tras la salida de Canarias. Después ha sido bastante cómoda la navegación. Lastima que se me rompiera el ajuste de la botavara con el mástil y tuve que navegar con genova todo el trayecto’.
Dos mujeres más, ‘cruzadoras del Atlántico’
También Kairos ha salido de Gros Islet (Santa Lucía) rumbo Santa Marta. La tripulación liderada por Agustin Gutierrez y Alberto García, es la única embarcación participante en esta edición del Gran Prix del Atlántico donde a bordo hay una tripulación femenina, con Carmen Gutierrez y Elena Sanz. Éstas ya quedan inscritas en el palmarés de honor de mujeres que han ‘cruzado el charco’ con el Gran Prix del Atlántico.
El Kairos, con navegación firme ha entrado en el mar Caribe, superados todos los problemas de timón. Va a una velocidad de 7,8 nudos con rumbo 264º. Se encuentran a unas 710 millas de la línea de meta. Esperan llegar en unos cinco días, a principios de la próxima semana a Santa Marta. Su travesía atlántica ha sido todo un ejemplo de rigor, eficacia y buen criterio marinero. Al ser los más retrasados de toda la flota, en las primeras singladuras de la regata, debido a su escala técnica el segundo día de travesía en Las Palmas de Gran Canaria, no sufrieron tan directamente los efectos de la cola de la borrasca que azotó a la cabeza de la regata. ‘El peor tiempo del Gran Prix lo hemos tenido en el Mediterráneo, – nos comentó Agustín– durante el desplazamiento hacia Canarias. Allí tuvimos, desde el puerto de Garraf (Barcelona) de donde partimos hasta el Estrecho de Gibraltar, un tiempo fatal’. Por la dureza de la meteorología, tuvieron que refugiarse en el puerto de Barbate (Cádiz), antes de realizar el salto hasta Lanzarote, obligados por el mal tiempo que asoló la península Ibérica a finales de diciembre.
Ahora piensan disfrutar de nuevo con el Caribe, como han disfrutado navegando por el Atlántico. En el fondo, este es el objetivo del Kairos y su tripulación en el Gran Prix del Atlántico.