El Crazy Yacht Charter, a sólo 153 millas. Le sigue el Aralu a 110 por detrás.
El Skipper recupera millas respecto al Nui
El Thalatta aprovecha los chubascos para avanzar.

17 de diciembre de 2003
El viento continua soplando del Este favoreciendo el acercamiento rápidamente la flota al Nuevo Continente. El Crazy Yacht Charter está a escasas 20 horas de la llegada y el Aralu a 1 día y medio. Por detrás, el viento no está ayudando en absoluto al avance rápido de los más rezagados como el Picoesquina, Vagabundo, Neptuno o el Thalatta. Frente a los casi 8 nudos que desarrollan los barcos de cabeza, éstos últimos se mueven en torno a los casi 6, con suerte.
En el duelo que se ha desarrollado durante muchos días entre el Nui y el Skipper, el barco de Enrique Curt ha conseguido frenar la importante progresión respecto a los de Anthony Esteban recuperando unas 12 millas. En este momento, la distancia entre ellos es de 127 millas.

¡Animo Thalata, a la segunda va la vencida!

Como decíamos Eolo no está tratando bien a los barcos más rezagados entre los cuales se encuentra el Thalatta, un veterano y espléndido barco de madera de 14,5 metros de eslora acostumbrado a regatear en regatas de veleros de época y con el que Difusión Náutica ha contactado hoy a las 16.25 hora peninsular. Rafael Serratosa, su patrón, nos daba sus impresiones con evidente satisfacción al considerar que "este año sí vamos a poder cruzar el Atlántico por primera vez ya que en la Cádiz-La Habana de hace dos años desarbolamos 300 millas al sur de las Canarias y no pudimos culminar la aventura". El Thalatta ha aguantado varios temporales en esta travesía y dado que su mástil es de madera, Rafael nos contesta "que en la última tormenta, ya en pleno atlántico y, situados a escasas 50 millas de su ojo, navegamos inicialmente con una trinqueta (vela pequeña que se sitúa a proa), luego desistimos y navegamos "a la capa" dado que nuestro barco es muy pesado y no puede planear por lo que se incrementa las posibilidades de rotura del material que es de madera". Navegamos 30 millas atrás para evitar el epicentro".
"La famosa autopista de los Alisios no la hemos experimentado todavía, excepto en dos días de esta semana que, en efecto, el viento ha sido portante. Hemos tenido numerosos chubascos de agua y poco viento que hemos aprovechado para avanzar."
Preguntado sobre esta prolongada travesía y los víveres disponibles nos comenta que "víveres bién. Tenemos de todo y además hay pescado de sobra que cocinamos haciendo marmitakos, escabeches, a la plancha… pescamos tanto, que incluso soltamos algunas piezas por exceso de pesca. Tenemos agua, y aún no hemos utilizado la potabilizadora. Nos queda el suficiente gas-oil para poder cargar baterías. La B.L.U. (radio) ha dejado de funcionar hace días aunque estamos en contacto con tierra gracias a la telefonía vía satélite".
Respecto al estado de su tripulación nos comenta que "estupenda y que Joop Schouten se encuentra ya recuperado tras haber superado su fuerte indisposición de las primeras millas. La tripulación funciona como un reloj porque es la habitual en el Thalatta".
La moral de los cinco tripulantes es alta y parece ya resignada a no poder entrar dentro del tiempo límite establecido. "Nuestra pretensión es comer el turrón en tierra", bromea Rafael.
"En estos momentos los vientos son muy débiles y estamos navegando a con spinnaker, gennaker y con todo lo que se puede. Tenemos 7 nudos de viento real y el barco avanza a 4-6 nudos según el momento".

¡Ánimo Thalatta, a la segunda va la vencida!

Distancia a llegada.

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